Un día fui la mujer de la banca
tenía una mochila debajo de las piernas
y plasmadas un montón de urgencias sobre ti.
Caen gotas desde tus ojos y los mios ya estan secos,
pero no valen nada pues no son por mi.
No grité y contuve esta fuerza de adentro
Despues de tanto tiempo es difícil cambiar tu espíritu
inclusive tu corazón resentido
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