Me caigo cada tanto, no me puedo levantar.
Voy gateando, con las rodillas sucias y las manos llenas de recuerdos. Recuerdos que me dejan las manos negras y heridas, infectadas por la fe.
Me levanto en dos piernas como al atardecer, lavo mis recuerdos infectados y prometo no anochecer sin derramar....
No hay comentarios:
Publicar un comentario