Y en la quinta vi tus ojos tiernos
Tu voz cautivante
y tus besos de miel
Que me devoran por dentro
me queman
El sabor me llega a los pulmones
como la brisa de tu cuerpo
Quemado por el sol y el aire purificador
Hermoso, y no quiero nada más
que tus zapatos a los pies de mi cama
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