Y al fin le doy nombre a esto nuevo que me pasa. Pensé que eran retazos de mi misma, trozos de lo que era, pero eres algo nuevo.
No podrían faltar las miradas autoritarias, esas por ecima del hombro que llega a dar asco. Mentes de mierda.
Esto es lo que sé, el amor, se suponía que tocaría la puerta... Irrumpió sin avisar.
¡Qué rico!
Siempre adoré derribar las puertas de lo que se me cruzara... Ahora lo hicieron conmigo, yo creo que es porque normalmente se paga con la misma moneda.
No te haré daño.
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